Hechos clave:
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La gente manifiesta dudas y pregunta en Internet si las CBDC son buenas o malas.
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Organismos con el FMI y el BIS presentan a las CBDC como una novedosa forma de inclusión financiera.
Uno de los temas que estuvo sonando esta semana es de las monedas digitales de banco central (CBDC), la nueva forma de dinero que se quiere imponer desde algunos gobiernos.
Entre las novedades se halla no solo el hecho de los avances que está haciendo el gobierno de Rusia, al haber aprobado el marco legal para su rublo digital, sino la curiosa forma en que el Banco Central de Brasil pretende promover el uso del real digital, a través de la compra de los datos de los usuarios.
Y es este último aspecto el que nos lleva a una reflexión importante, pues al tiempo que observamos a más Estados del mundo animándose a lanzar sus CBDC y presentar proyectos y leyes (tal como lo hace Rusia y ya lo hizo la Unión Europea), parece haber menor interés de las personas en usarlas.
El ejemplo más claro lo tenemos en la experiencia de Nigeria, donde hace ya casi dos años se lanzó el eNaira, una de las pocas monedas digitales que se ha concretado y cuyo lanzamiento resultó en fracaso por su poco uso. Algo semejante ha ocurrido con Bahamas y el Caribe Oriental, cuyas CBDC tampoco han sido del gusto popular.
La situación es una tanto distinta en China, donde se desarrolla un programa piloto con el yuan digital desde 2020. Aunque aquí no podemos decir de forma tajante que la adopción ha sido baja, hay que tomar en cuenta que el gobierno ha forzado la participación de los ciudadanos en las pruebas y las ha presentado como un éxito. Las autoridades han llegado a pagar salarios con las CBDC.
Por su parte, el gobierno nigeriano replanteó el diseño de la moneda hace unos días, tratando de hacer más sencillo el manejo de la aplicación. Se trata de una nueva medida con la que intenta despertar el interés de la gente, basada en el supuesto de que la baja adopción se relaciona con las dificultades para manejar la tecnología.
Pero ¿será esta realmente la causa del bajo interés de las personas por las CBDC? ¿No será más bien que las personas intuyen el control que pretenden ejercer los gobiernos a través de las monedas digitales?
Si a esto sumamos que ya muchos saben que existen opciones para manejar el dinero y eludir el control del Estado, ahí podría encontrarse una respuesta más clara al tema de la baja adopción de las CBDC.
Al hacer una revisión en los buscadores de Internet, encontramos que entre las dudas que plantea el público se halla el deseo de saber si las CBDC son buenas o malas. Varios de los artículos que están publicándose al respecto, si bien hablan de ventajas, alertan sobre los peligros que representan estas monedas para la privacidad y para la libertad financiera de las personas.
CriptoNoticias también ha hecho publicaciones recogiendo las alertas que muchos miembros del ecosistema vienen haciendo.
Las publicaciones que hacen en redes sociales los defensores de las CBDC igualmente ponen en evidencia cómo la gente entiende las advertencias. Por ello manifiestan su desconfianza a través de sus comentarios en los tuits.
El empresario bitcoiner, Samson Mow, es uno de los que ha lanzado advertencias más recientemente. A través de la firma JAN3, Mow se refirió al peligro para la democracia que representa el hecho de que ya haya al menos 130 países en el mundo trabajando en la emisión de una CBDC.
Se habla en general, no solo de que las CBDC permiten a los bancos centrales (gobiernos), registrar y verificar todas las transacciones, incluyendo todos los detalles asociados. Se dice asimismo que los bancos centrales pueden requerir vincular la identidad del usuario a su cartera digital, lo que en la práctica supondría el fin del anonimato.
Por tanto, si pagamos cualquier cosa, esa información será fácilmente accesible para las autoridades, con las innumerables consecuencias que ello puede llegar a tener.
También se comenta sobre la forma en que este manejo súper centralizado del dinero fíat permitirá restringir la forma cómo las personas lo usan, indicando dónde, cómo y cuánto gastar. Se teme que pueda ser manipulado para obligar al pago de impuestos y hasta para que los gobernantes de turno restrinjan las libertades de sus opositores, bloqueando sus recursos.
Ya lo advirtió el exdirectivo del Fondo Monetario Internacional, Eswar Prasad, a inicios de este mes. El experto en política comercial recordó que los gobiernos tienen la capacidad de programar las CBDC.
Hay enormes ganancias potenciales con estos activos, pues van más allá de ser formas digitales de dinero físico. Las CBDC son dinero programable y pueden tener fechas de vencimiento (…) Y el gobierno puede decidir si se puede usar para comprar algunas cosas, pero no otras que considere menos deseables.
Eswar Prasad, exdirectivo del FMI
El ejemplo más conocido es la CBDC china. Más allá de ser pionera con su programa piloto, también los es en cuanto a poner de manifiesto las formas de control que se pueden ejercer con estas monedas. Las pruebas que se han hecho con el yuan digital han permitido a los gobernantes hasta poner fecha de caducidad al dinero, tal como alertó Prasad.
Entre tanto, organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco de Pagos Internacionales venden el argumento de que, con estas monedas, el sistema financiero ampliará sus opciones para pagos digitales y resolverá el problema de la exclusión disminuyendo la cantidad de desbancarizados en el mundo. La promoción de esta idea es fuerte a través de sus redes sociales.
La gente no quiere que los gobiernos controlen su dinero
Pero la gente parece estar clara en que no desea ese tipo de control, un dominio que los Estados no han tenido ni siquiera con el dinero en efectivo, porque a pesar de que su emisión es centralizada, su uso es descentralizado. Algo que cambia con las CBDC, que se caracterizan por tener una centralización completa (desde la emisión hasta el uso), pues no solo las emiten los bancos centrales sino que estas misma entidades controlan la forma en que las personas las deben usar.
El mismo caso de Nigeria sirve de nuevamente de ejemplo de cómo las personas evaden el control. La población de ese país africano, afectada además por la inflación y la crisis económica, prefiere acudir a bitcoin (BTC) y otras criptomonedas.
De muy poco han servido las promociones y hasta la imposición de la eNaira. Los ciudadanos ya conocen otro tipo de dinero: bitcoin. Uno que, contrario a las CBDC,es descentralizado desde la emisión hasta el uso. Para utilizarlo no se necesita la participación del Estado.
Las encuestas lo demuestran. Un estudio realizado por exchanges como KuCoin revelan la preferencia de los nigerianos por las criptomonedas, por encima de las CBDC. Eso significa que si ya sabes utilizar un dinero incensurable, fuera del control del gobierno, no hay una gran motivación que te pueda llevar a manejar una moneda que no garantiza la libertad financiera que ha mostrado al mundo un sistema como el de Bitcoin.
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