El monto de la suma transferida puede disparar alarmas y desencadenar una serie de situaciones. A continuación, aspectos claves para evitar problemas
Las transferencias bancarias, esos entramados financieros que fluyen entre cuentas, han ganado protagonismo en nuestra era moderna.
Pero, entre impuestos, límites y exenciones, la incertidumbre persiste.
Para disipar las dudas y poner al descubierto las claves que rodean este enigma te compartimos una guía con la información más destacada elaborada por iProfesional.
¿Cuáles impuestos acechan en las transferencias?
Cuando se trata de recibir una transferencia, surge la pregunta inevitable: ¿debo pagar impuestos?
La respuesta radica en múltiples variables, como el origen del dinero transferido y la situación fiscal del receptor entran en juego.
En el caso de los Impuestos a los Ingresos Brutos, que suelen asomar en este escenario, los bancos suelen retener cerca de un 2,5% del monto transferido.
El Banco Central fija límites tanto para operaciones en cajeros automáticos como para las realizadas por homebanking.
No obstante, esta retención podría no cubrir el tributo total. El remanente suele pagarse a través de un Volante Electrónico de Pago (VEP). Pero si el receptor está bajo el régimen de Monotributo unificado, la responsabilidad recae en el emisor.
El asunto se complica aún más cuando se trata de transacciones comerciales. En estos casos, emitir la factura correspondiente es una exigencia ineludible.
¿Qué impuestos se pagan en las transferencias bancarias?
Los impuestos aplicados a las transferencias varían según si el receptor es una persona física o jurídica.
Sin embargo, dos tributos destacan en este escenario:
- Por un lado, el Impuesto a los Ingresos Brutos, que retiene cerca del 2,5%.
- Por otro, el Impuesto al Cheque entra en escena con su voracidad de 0,6%, siempre en busca de contribuciones.
Transferencias sin dejar rastro
Transferir dinero entre cuentas no es sinónimo de libertad total. En Argentina, el Banco Central fija límites tanto para operaciones en cajeros automáticos como para las realizadas por homebanking.
En la primera categoría, el tope es de $125.000, mientras que en la segunda se eleva a $250.000.
El tamaño de la suma transferida puede generar alertas y desencadenar situaciones
No obstante, existe una vía para superar estos límites: la notificación previa al banco.
Este método alternativo involucra informar al banco de la transferencia con antelación, detallando fecha y monto. Si bien esta estrategia es común en transacciones de alto valor, algunos bancos ofrecen límites diarios más amplios, como Santander con transferencias de hasta $3.500.000.
Es importante resaltar que los límites se aplican principalmente a las cantidades recibidas, no a las enviadas.
Transferencias libres de impuestos
La búsqueda de inmunidad tributaria es en vano. No existe un concepto mágico para eludir las obligaciones fiscales en transferencias. La responsabilidad recae en el receptor, y el concepto actúa como un mero referente.
Sin embargo, cuando una operación está exenta de impuestos, el concepto puede ser un respaldo tanto para el receptor como para el emisor en caso de disputas.
Transferencias de grandes sumas
El tamaño de la suma transferida puede generar alertas y desencadenar situaciones. Si la transferencia es transparente y justificada, como en una venta inmobiliaria o servicios facturados, la tranquilidad suele reinar.
Pero, en algunos casos, el banco podría retener los fondos de forma preventiva. Presentar documentación comprobatoria es la llave para liberar estos fondos.
Si se recibe una transferencia sin justificación, como una venta no declarada, el receptor podría enfrentar consecuencias.
Esto es especialmente cierto para quienes tributan bajo Monotributo o son responsables inscriptos. Multas, sanciones y recategorizaciones pueden acechar si se superan los límites del régimen debido a esta transferencia.
¿Cuánto Puedo Recibir en una Transferencia?
Hoy en Argentina, puedes mover hasta $200.000 sin necesidad de declaración.
Pero, pasada esa cifra, aumenta el “riesgo” de requerir justificación. Esta suma abarca casi todas las operaciones de una persona en un mes, incluyendo depósitos, transferencias y más.
Es vital tener en cuenta estas pautas y estar preparados ante cualquier solicitud de documentación respaldatoria por parte del banco.
En este panorama de transacciones y tributos, la claridad y el cumplimiento se erigen como brújula para sortear el laberinto financiero.