Como sabemos, el marketing se ha convertido en una herramienta indispensable que cimenta la estructura de las empresas. Y es que, en su concepto amplio, tiene muchas tipologías que delimitan distintos aspectos del negocio e incluso de sectores, como por ejemplo: marketing social, marketing de afiliación, marketing deportivo, personas influyentesetc.

Por otro lado, no cabe duda de que una de las principales preocupaciones de las empresas hoy en día es el consumidor, o mejor dicho, la relación que se establece con los consumidores. De esta forma, no es de extrañar que exista un tipo de marketing específico, que se desarrolle dentro de este ámbito, como es el marketing relacional.

¿Qué es el marketing relacional?

Cuando hablamos de marketing relacional o marketing relacional, nos referimos a un tipo de marketing cuyo foco principal es el cliente. De esta forma, se propone como una estrategia de marketing a largo plazo, ya que basa su modelo en la construir relaciones de confianza con los consumidores a lo largo del tiempo. Con ello, se distancia de otras corrientes de marketing donde el foco está puesto en el producto y la compra, y da lugar a una gestión mucho más personalizada para los clientes.

Partiendo de esto, podríamos decir que el marketing relacional se enfoca, más que en las ventas de manera particular, en la creación de comunidad. Así, este tipo de marketing contribuye a gestionar un modelo de largo plazo donde el negocio se nutre de compradores o usuarios recurrentes y con historialmás que conversiones espontáneas o cortos períodos de tiempo.

Por supuesto, para lograr este objetivo, el marketing relacional utiliza diferentes estrategias y tiene en cuenta algunos aspectos específicos de la experiencia del consumidor. Tales como el calidad de servicio y los procesos de Atención al cliente.

CRM, una herramienta clave para el marketing relacional

Teniendo en cuenta que el marketing relacional tiene como premisa gestionar mejores y más duraderas conexiones con los clientes, no es de extrañar que los CRM sean una herramienta indispensable para integrar este modelo. CRM, o plataformas de gestión de relaciones con los clientesson un factor clave para el marketing, ya que ofrecen diferentes ventajas a las empresas en su proceso de comunicación e interacción con su público objetivo.

El acercamiento directo al consumidor que implica este modelo de marketing puede traer consigo una gran carga de trabajo. Ya que exige cierto grado de personalización y un seguimiento a largo plazo de la relación que se construye con cada cliente. Es en este aspecto que los CRM cobran mayor relevancia, gracias a su funciones de automatización en procesos segmentación y comunicación, que hacen de la atención al cliente un proceso más sencillo. Además de poner sobre la mesa una gestión más específica de la información y datos de los clientes, que será el punto de partida para la personalización.

Por otro lado, las funciones que presentan estas plataformas permiten a los comercios ofrecer una mayor calidad de servicio, garantizando una mejor experiencia de usuario. Además, trabajar el ciclo de vida del cliente se convierte en un proceso más simple, logrando convertir a los clientes en consumidores fieles. Lo que no solo se traduce en más y mejores conversiones, sino que genera una especie de comunidad que, en sí misma, funciona como una estrategia de marketing secundaria bajo la dirección del marketing de referidos.

El marketing relacional, una estrategia clave para la optimización de leads

Como hemos mencionado, esta estrategia de marketing suele estar enfocada a las relaciones a largo plazo, lo que funciona como un paso crucial para lograr dirige. Recuerda que los leads son aquellos usuarios y clientes que han mostrado un interés particular en nuestros productos o servicios. Es decir, son nuestros clientes potenciales y aquellos con los que es más probable que podamos generar una conversión.

Ahora, trabajar con clientes potenciales no se trata solo de obtenerlos, sino de mantenerlos hasta la conversión y más allá. Logrando así una línea de fidelización de clientes, y es precisamente en este proceso donde interviene el marketing relacional. Él crianza de plomo, que podemos entender como la construcción o alimentación de clientes potenciales, parte de ofrecer algo de valor para ellos, que puede ser tanto de un valor subjetivo como objetivo.

En el primer casoseríamos apelando directamente a los intereses de cada cliente y su relación con nuestros propios valores; información a la que podemos llegar en base a la larga relación construida a través del marketing relacional. Esto puede ser a través de información que pueda ser de su interés más allá de la simple mejora de nuestra marca, como guías, blogs, etc.

Por otra parte, en el caso de la el valor objetivo es mucho más sencillo, y se refiere principalmente a una enumeración monetaria. Entenderse: vales, promociones, descuentos, envío gratis y cualquier otra herramienta que ofrezca al cliente un ahorro tanto de dinero como de tiempo. Algo que además será más fácil de gestionar a partir de las relaciones que se establezcan a través de nuestra estrategia de marketing relacional.

Foto: Depositphotos

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