Fernando Tauscher, cofundador de Geopagos, analiza la implementación de la normativa fintech en los distintos países de la región
El irrupción de las fintech en el sector financiero significó un gran oportunidad y al mismo tiempo un gran desafío para el autoridades regulatorias Mundial.
Las nuevas soluciones habilitadas por la tecnología mejoran la Inclusión financieramejorar los servicios y democratizar el acceso.
Sin embargo, como toda novedad (y en especial una con tal potencia), la creación de nuevos marcos regulatorios presenta dificultades, debates y ajustes.
En cada país, este proceso tuvo sus particularidades. Por ello, uno de los mayores activos de las empresas que ofrecen pagos digitales o cualquier otro servicio tecnología financiera es su capacidad de adaptarse rápidamente a cada normativa, para lo que es fundamental contar con una estructura local o socios con equipos en terreno.
México es uno de los países donde la regulación avanzó más rápidamente. En 2018 se promulgó la convocatoria ley fintechel primero de su tipo en la región, que buscaba regular a todos los actores, productos, servicios e incluso comisiones y procesos bajo la competencia de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Incluso reguló formatos como Banca Abierta y CRIPTOMONEDAS. A pesar de este esfuerzo por estar a tono con la innovación, 5 años después, el marco regulatorio presentaba algunas dificultades para su implementación.
En espera de solicitudes
De las 162 solicitudes presentadas para calificar, solo 58 fueron aprobadas. 32 se retiraron del proceso y 23 fueron rechazados.
El resto aún está pendiente de escrutinio en un proceso que demora un promedio de 697 días. La regulación a veces tiende a imitar los estándares y regulaciones que se aplican a las instituciones financieras tradicionales, lo que puede ser contraproducente.
Un caso interesante en este sentido es Brasil, donde el Banco Central (BCB) emitió reglas prudenciales que equiparan a las empresas de pago con los grandes bancos debido a su riesgo inherente.
Esto incluye incluso empresas más pequeñas que tienen una institución financiera en su composición corporativaque podría crear obstáculos a la innovación.
La otra cara de estas dificultades PIXel sistema de pago instantáneo creado por el BCBque igualó las oportunidades para las empresas grandes y pequeñas al permitir la interoperabilidad total.
Lo mismo había sucedido antes Brasil con la regulación que supuso la apertura del mercado de adquisiciones, que permitió la entrada de nuevos jugadores que comenzaron a competir tanto en calidad de servicio como en precio.
El modelo de los cuatro pilares
Un ejemplo paradigmático de esta regulación es Chile, con la denominada “modelo de cuatro partes”, que separa la adquisición del emisor de la tarjeta, lo que también impulsó la entrada de nuevos jugadores.
con el nuevo ley fintech implementado en febrero de este año, se definieron nuevas reglas que presentan algunos dilemas para las empresas en proceso de crecimiento.
El Ministerio de Hacienda fijó tasas transitorias máximas para tarjetas de crédito (1,48%), débito (0,60%) y prepago (1,04%) sobre el valor de cada transacción.
Si bien estos topes traen beneficios inmediatos para los consumidores y las empresas, también benefician a las instituciones más grandes, con un respaldo mayor para competir en estas condiciones que los nuevos jugadores.
Una buena iniciativa que tuvo experiencias positivas en muchos países de la región fue el modelo de salvadera para el desarrollo de soluciones innovadoras. Son esquemas temporales para incentivar la innovación y nuevos modelos de negocio que aporten beneficios al ecosistema.
Este modelo fue aplicado en Perú por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) del país y fue una de las claves para el desarrollo de nuevas soluciones fintech en el territorio.
El modelo sanbox
El modelo sandbox permite que las startups y otras empresas innovadoras ganen solidez mientras desarrollan sus modelos de negocio.
Este tipo de empresas se ven fuertemente impactadas por los cambios regulatorios, ya sean positivos o negativos, ya que deben adaptar sus operaciones rápidamente para no perder terreno.
Argentina es uno de los países de la región donde la regulación del sector sufrió más cambios. En los últimos años, la regulación ha tendido a equiparar las fintech con las finanzas tradicionales.
Sin embargo, esto no detuvo el crecimiento del ecosistema, que demostró una gran madurez y, sobre todo, preferencia por parte de sus clientes.
La regulación y la innovación a menudo chocan, tienen fricciones, parecen contradictorias. Pero en el fondo, son complementarios.
La regulación sirve para poner orden y brindar certeza a todos los actores involucrados en una misma transacción: clientes, comercios, fintechs, bancos, tarjetas, empresas tecnológicas y otros. Cuando la regulación promueve la innovación, la mezcla es imbatible.
*Por Fernando Tauscher, cofundador y consejero general de Geopagos