El La pobreza subió al 41,7% a finales de 2023 y afecta 19,5 millones de personasde acuerdo a INDEC. El porcentaje de hogares Bajo la línea de pobreza (LP) alcanzó el 31,8%.
Dentro de este conjunto hay un 8,7% de los hogares bajo la línea de indigencia (LI), que incluyen al 11,9% de las personas.

Comparado con el primer semestre de 2023, la incidencia de la pobreza registró un aumento tanto en hogares como en individuos, de 2,2 y 1,6 puntos porcentuales, respectivamente.
En el caso de la indigencia, mostró un aumento de 1,9 puntos en los hogares y de 2,6 en los individuos.
Ver: Aumentan las asignaciones familiares: así quedan los nuevos montos
A nivel regional, se observó en todas partes un aumento de la pobreza y la miseria.
Esto implica que, para el universo de los 31 aglomerados urbanos de la EPH, existen 3.193.297 hogares bajo la línea de pobreza, que incluyen a 12.300.481 personas; y, dentro de ese grupo, 869.821 viviendas se encontraban por debajo de la línea de indigencia, lo que representa 3.520.174 personas indigentes.
Según el INDEC, se evidenció que en promedio “el ingreso familiar total aumentó 69%” y “las canastas regionales promedio aumentaron 81,6% (Cesta Básica de Alimentos) y 75,8% (Canasta Básica Total)”.
El número de niños de 0 a 14 años en situación de pobreza alcanzó el 58,4%, lo que implica que en todo el territorio nacional hay 6,5 millones de niños pobres. Son 500.000 más que hace un año. y casi 750.000 más que cuando Alberto Fernández y Cristina Kirchner reemplazaron a Macri.
El empobrecimiento de la población aumentó a pesar de un mayor número de controles de precios, el aumento de los planes sociales, nuevas moratorias de jubilación, un tipo de cambio atrasado y servicios públicos completamente subsidiados.
A esto se sumó una fuerte emisión de moneda para sostener artificialmente el consumo. Todo esto no logró evitar la caída de los ingresos de los trabajadores en medio de una inflación galopante que terminó triplicándose en el último año de gobierno (fue del 211,4%).
A finales de 2022, un estudio de la UCA y la UBA estimó que este nuevo fenómeno alcanzaría al 27,3% de los ocupados.
Este estudio también indicó que los ocupados en hogares beneficiarios de la política social pasaron del 3,8% en 2003 al 19,3% en 2022. Es otro indicio del ajuste que se ha profundizado en los ingresos.
En 2023, los salarios -según el Índice Salarial del Indec- tuvieron un mal año. Los trabajadores públicos reflejaron una caída real de 20,2%; trabajadores privados, 14,7%, y trabajadores informales, 31%.
El desempleo cayó un 5,7%. Sin embargo, el empleo que creció es precario; cambió en su composición: el sector público y los cuentapropistas avanzaron, pero el sector privado formal permaneció estancado -desde 2011-.
El gobierno de Javier Milei llegó en diciembre pasado con el mandato de impulsar un fuerte ajuste -va “motosierra” y “licuadora”- y honestizar los precios.
La devaluación de diciembre, sumada a la eliminación de programas oficiales, implicó una fuerte caída de la remuneración promedio del sector privado (29%). Fue el peor en 29 años.
Una encuesta de SEL Consultores a finales de febrero pasado indicó que las empresas privadas prevén aumentos salariales para este año entre 195% y 197% para el personal fuera y dentro del convenio respectivamente. Se trata de aumentos por debajo de la previsión de inflación que tienen las consultoras y el Banco Central (BCRA) para este año (llega entre 206,3 y 212,7%).
Son varios los que estiman que la pobreza ya se ha profundizado aún más en Argentina. De hecho, la UCA estimó que el nivel de pobreza pasó de 44,7% en el tercer trimestre de 2023, a 49,5% en diciembre y 57,4% en enero, según su Estimación de los efectos del impacto inflacionario posdevaluación. Escenario para diciembre de 2023 y enero de 2024.
Todo indica que cuando el INDEC vuelva a reportar pobreza, con los datos de mediados de este año, el índice habrá vuelto a aumentar.