Mientras que la economía se reúne y el consumo permanece en retroceso, La ropa comienza a bajar el precio y no por magia. Según los datos del sector, en abril, las importaciones de prendas aumentaron en un 53.8% de año, el año más grande desde 2021. El resultado es visible en el vidrieras: Descuentos de hasta el 40% y promociones que no se ven.

Las marcas lo reconocen: son Renovación de existencias con productos baratos rastreados desde afuera -Principicalmente Asia- para mantener mgines y no perder clientes en un mercado que se suaviza. La estrategia de reducir los precios en un contexto inflacionario es inusual, pero responde a una lógica simple: Con menos ventas, debe competir por el precio.

Detrs del fenomeno también hay una decisión política: El gobierno libera las acciones a las importaciones de textiles, lo que aplica la entrada de productos terminados. Esta mayor competencia beneficia, a corto plazo, el consumidor, pero pone la producción local bajo controlespecialmente para pequeñas y medianas empresas en el campo.

De la cámara industrial argentina de la ropa ya advirtieron que, si esta tendencia se mantiene, Muchas fabricas pueden reducir el personal o cerrar directamenteComo ya sucedió durante otras etapas de apertura comerciales.

Para los consumidores, el escenario es mixto: La ropa cuesta menos en Gndolas, pero también hay menos empleo y producción nacional de cada prenda. En resumen, la moda era un termómetro del curso económico.

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