Con el corazón en la boca, el criptomercado es pura adrenalina y estás agotado en los días previos al 10 de enero, fecha en la que se espera que la SEC, la Bolsa y Mercado de Valores de Estados Unidos, apruebe o rechace los ETF de bitcoin. . , es decir, los ingresos de btc a los fondos de inversión de Wall Street, la lista de bitcóin como producto de inversión para las grandes ligas.

Los últimos siete días fueron feroces, donde un día los inversores creyeron que bitcoin se estaba disparando hacia una carrera alcista loca mientras que al día siguiente sufrieron una caída en picada que hizo añicos todos los pronósticos.

Al final, bitcoin no ha salido del eje en el que se ha movido en el último mes, pero mientras tanto sus oscilaciones han corrido con puro vértigo impulsado por una ola de rumores a favor y en contra de los ETF que desató una guerra de nervios.

Durante dos días BTC ha estado cotizando muy cerca de lo que44.000 dólares estadounidenses por unidad. A veces los pasa, a veces los pierde, pero los tiene a la vista. El pulso del mercado es muy parejo y nadie tiene fuerzas para generar un fuerte impulso alcista o una estampida bajista.

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Sin embargo, hubo un par de días que me pararon el corazón. Justo el 1 de enero, cuando todavía faltaban 10 días para tener novedades sobre los ETF, los inversores decidieron no esperar a ver qué pasaba y se lanzaron de cabeza a comprar bitcoins.

El primer día del año, BTC abriría su cotización en 42.283 dólares y escalaría hasta los 44.184 dólares, ganando casi un 5%. Ante tal arranque, el 2 de enero no se quedó atrás y el jubileo continuó: bitcoin abriría en 44.179 dólares y reconquistaría el pico de 45.879 dólares (casi 46K), un precio que no se fijaba desde hacía casi dos años.

Semejante entusiasmo sólo tenía una justificación: la descontada aprobación de las autoridades reguladoras estadounidenses para que bitcoin fuera incluido a partir del 10 de enero como producto de los fondos de inversión más importantes del mundo.

Por lo tanto, cuando todos se frotaban las manos al ver que BTC pronto cotizaba a 50K o más, llegó el chorro de agua helada. Una consultora comercial afirmó que las instituciones financieras carecían de un requisito básico que exigía el regulador norteamericano.

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El impacto fue devastador. Desde casi 46.000 dólares, el bitcoin inició una rapidísima caída libre que le hizo tocar fondo en apenas unas horas hasta los 40.750 dólares, perdiendo casi un 10%. BTC, que no había caído más que su precio promedio durante los últimos 20 días durante casi dos meses y medio, de repente rebotó en el precio promedio de los últimos 50 días.

Sin embargo, lo que parecía el principio del fin finalmente se revirtió. El mercado llegó a la conclusión de que estaba barato en 40,7K basándose en las expectativas para los próximos días y rápidamente compró la caída. Al día siguiente había regresado como si nada le hubiera pasado a la gama 44K.

El viernes volvió la agitación, después de que un periodista criptográfico estadounidense anunciara que ese día habría grandes noticias sobre los ETF. Finalmente, no lo hubo.

Ya en las últimas horas, los rumores, pronósticos y posiciones a favor y en contra de los ETF de bitcoin siguen copando protagonismo en las redes y en los medios criptográficos y financieros del país del Norte.

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No queda más remedio que esperar mientras las especulaciones sobre el precio muestran que un fuerte impulso alcista no superará los 45K en los próximos días ya que hay una ola de ventas esperando ahí que espera ese precio para hacer caja, obtener ganancias, lo que sería evitar que bitcoin supere ese precio o vuelva a bajar.

Es un punto de inflexión para bitcoin en su historia. Nunca ha estado tan cerca de jugar junto a los grandes nombres del mercado bursátil y financiero mundial. Por tanto, lo que ocurra después del 10 de enero no pasará desapercibido.