El sistema fiscal argentino está nuevamente en el centro del debate después de la decisión del mercado libre de ajustar sus comisiones por provincia para reflejar las diferencias en la carga fiscal local. La medida, destacada en un informe reciente del Instituto de Desarrollo Social Argentino (IDESA), destaca las distorsiones que generan el impuesto bruto provincial y las tarifas municipales sobre las ventas, impuestos que, a diferencia del IVA nacional, presentan defectos estructurales que aumentan y la actividad comercial compleja.
Hasta ahora, muchas empresas, por razones logísticas y comerciales, aplicaron un precio uniforme a sus productos y servicios en todo el país, sin discriminar la carga fiscal de cada jurisdicción. Este esquema generó un efecto de “subsidio cruzado”: los consumidores de provincias con una presión impositiva más baja terminaron con finanzas, indirectamente, a las de las provincias con mayores impuestos.

Milei con Marcos Galperin en Mercado Libre
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Para corregir esta iniquidad, Mercado Libre implementará un nuevo sistema de comisiones variables, que ajusta sus posiciones de acuerdo con la carga fiscal de cada provincia. Según el informe de IDESA, la Comisión General de la Plataforma, que actualmente está entre el 12% y el 16.5% del precio de venta, caerá en promedio 0.25% en provincias como Formosa, Corrientes, Santiago del Estero, Río Negro y Santa Cruz. En cambio, aumentará alrededor del 0,55% en provincias con mayor presión fiscal, como Santa Fe, Córdoba y Jujuy.
Un problema estructural
El informe IDESA subraya que la estructura fiscal actual genera incentivos distorsionados y efectos negativos sobre la competitividad. El impuesto bruto sobre la renta, que se aplica en cada etapa de la cadena de producción sin contemplar lo que ya se ha pagado en fases anteriores, causa el “efecto de cascada” que se llama así como es artificialmente más caro los precios finales. Además, estimula a las empresas a integrarse verticalmente para evitar costos acumulados y afecta especialmente a las PYME del proveedor, que están limitadas sus oportunidades comerciales.
IDESA también destaca que es un impuesto opaco y complejo: su impacto final en los precios es difícil de calcular y su administración es extremadamente burocrática. Además, muchas compañías se ven obligadas a actuar como agentes de percepción y retención, lo que genera pagos tempranos que se traducen en saldos a favor de la recuperación.
Desde la mirada de Idesa, estos ajustes comerciales no resuelven el problema subyacente, sino que solo lo hacen visible. Es, según el instituto, de “parches costosos y difíciles para administrar” lo que refleja la necesidad urgente de una reforma fiscal profunda.
La propuesta estructural que plantea IDESA es avanzar hacia la creación de un “Super -Iva” que absorbe el impuesto provincial sobre los ingresos brutos y las tasas municipales en las ventas. Este cambio permitiría eliminar las distorsiones, simplificar la administración fiscal y reducir la carga fiscal acumulada para la producción y el comercio.
%UD83D%UDFE1%UD83D%UDD34 Pullaro es comunista."Estamos en contra de la actividad financiera. Cobramos más ingresos brutos a los bancos, cobramos un 9%, porque no producen"Pero ese 9% de IIBB socava el crédito que los que desean producir. ¡Es una cavernícola financiera! pic.twitter.com/0qdegxbcb
– Traductor%UD83E%UDD79%UD83D%UDC95%UD83D%UDC90 (@TraductorteAla) 6 de julio de 2025
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