En 2025, escuelas de Mendoza Incorporaron un nuevo espacio curricular orientado al programaciónpensamiento computacional y inteligencia artificial.

Esta aparición por la iniciativa de una empresa local, Pixelitos, y señala a los estudiantes que adquieren herramientas digitales desde una edad temprana, no solo para desarrollarse en un mundo a través de la tecnología, sino también para aprender a resolver problemas de una manera lógica y creativa.

Un cambio en la enseñanza tradicional

A diferencia de los métodos convencionales, la propuesta se basa en el aprendizaje de proyectos (ABP) y la gamificación (ABG), que se integran con áreas curriculares como el lenguaje, las matemáticas, las ciencias naturales, el inglés y la educación física.

Estudiantes de Rivadavia.

La idea es que el contenido tecnológico no funcione como un espacio aislado, sino como un complemento que cruza toda la capacitación escolar.

En las primeras etapas, los estudiantes trabajan con entornos y herramientas visuales como Scratch, Makecode, Pilasbloques y Scratch Jr., que permiten introducir conceptos de programación a través de bloques de bloques y animaciones.

Los niños trabajan con platos y principio de Royal.

Con el avance del conocimiento, se incorporarán plataformas más complejas como Roblox Studio y Minecraft Educationque requieren un nivel previo de programación y gestión básica del inglés.

La metodología alienta a los estudiantes a aprender a descomponer problemas complejos en piezas más pequeñas para abordarlos de manera ordenada. Este enfoque, típico del pensamiento computacional, busca que las habilidades adquiridas no solo se apliquen en entornos digitales, sino también en la vida cotidiana.

Ciudadano digital e inteligencia artificial

Uno de los ejes centrales del plan es la formación de ciudadanos digitales, con contenido sobre el uso seguro y responsable de la tecnología, el respeto por la privacidad y la prevención de las líneas en línea.

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Al mismo tiempo, los estudiantes se introducen en conceptos básicos de inteligencia artificial, para que estas herramientas puedan entender cómo reflexionar sobre sus implicaciones éticas y sociales.

El modelo pedagógico se basa en la metodología de Aula invertida, dónde El estudiante es el protagonista y el maestro actúa como guapo. Esto implica que los estudiantes no se limitan a recibir información, sino que exploran, experimentan y comparten con sus compañeros y familias, promoviendo el aprendizaje activo y colaborativo.

La propuesta está a cargo de PíxelitosUn equipo dirigido por Laura ZeierProfesor de la Universidad en Comunicación Social y Programador Full Stack, y Paula AlmirnTambién profesor universitario en comunicación social y certificado en programación infantil.

Ambos tienen experiencia en la enseñanza de la programación para niños y niños, y designaron el plan para ser adaptable a diferentes contextos escolares.

Una tendencia que crece

La incorporación del contenido de programación y tecnología en el aula responde a una tendencia global que reconoce estas habilidades como esenciales para el trabajo futuro. Los pases como Finlandia, el Reino Unido y Estonia ya incluyen la enseñanza de la programación en sus planes de estudio de la educación primaria.

En Mendoza, la implementación de estos talleres busca reducir la brecha digital y preparar las nuevas generaciones para desarrollarse en un entorno donde la tecnología y el pensamiento lógico serán cada vez más determinantes, sin descuidar la formación técnica y ciudadana.

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