La actividad económica disminuyó un 8,4% en abril respecto al mismo mes del año anterior, según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE). Este problema afecta a todos los sectores, pero el gastronómico está entre los más afectados.

La caída del consumo se da en un contexto económico muy complicado, con una caída del 5,3% en el nivel de actividad durante el primer trimestre, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Este fenómeno se refleja en el comportamiento de las personas, que optan por reducir las comidas fuera de casa y destinar ese dinero a necesidades más prioritarias o simplemente recortar el gasto en entretenimiento, una tendencia común en tiempos de crisis.

Estas decisiones tienen un impacto significativo en los datos económicos. Por ejemplo, el índice de ventas minoristas de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) registró una caída del 22,1% en lo que va del año, lo que muestra la creciente complejidad de la situación económica de los argentinos.

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Este panorama afecta especialmente al sector gastronómico, uno de los más afectados, con un descenso del consumo de entre el 25% y el 30%, según datos no oficiales, y con algunos establecimientos que se vieron obligados a cerrar.

Además, los aumentos en los costos de alimentos y servicios agravan la situación de los empresarios de restaurantes, quienes enfrentan uno de los mayores desafíos en términos de consumo.

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