La producción de petróleo alcanzó los 690.000 barriles por día (bpd) en marzo y Vaca Muerta representó el 52%. Por el lado del gas, fue de 134 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d), con una participación del 46% del esquisto.

Por aquí, La producción de petróleo y gas natural en Argentina está en su mejor momento de los últimos 20 añosSegún un informe de la consultora Economa & Energa,

En marzo se produjeron 1.000 millones de barriles equivalentes de petróleo en gas y petróleo de Vaca Muerta, desde que Repsol perforó el primer pozo de gas de esquisto en 2010.

El superávit en la balanza energética durante el primer trimestre alcanzó los 1.670 millones de dólares.

Vaca Muerta tiene recursos equivalentes a 6 veces el consumo energético de Argentina durante los próximos 20 años, según estimaciones de petroleras.

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El sector estima que Argentina podría producir 1 millón de barriles diarios y exportar 22 mil millones de dólares al año. Proyecciones más optimistas elevan las perspectivas de exportación a 30 mil millones de dólares anuales.

El recurso petrolero no convencional de Vaca Muerta puede contribuir a la estabilización macroeconómica del país al ser un importante generador de divisas, a través de las exportaciones.

Gracias a Vaca Muerta, Argentina ya es un exportador estructural de petróleo y, en el marco de la evolución energética, tiene el potencial de proporcionar al mundo volúmenes crecientes de energía confiable, asequible y baja en carbono.

Incluso la productividad de un pozo promedio de Vaca Muerta está por encima de la de los pozos de esquisto en Estados Unidos, y su intensidad de carbono se encuentra en el primer cuartil a nivel mundial.

En este escenario, el sector privado exige previsibilidad y reglas claras, es decir, que no haya sorpresas en materia tributaria.

Además, las ventajas de las importaciones libres de impuestos, los beneficios aduaneros y el acceso a dólares de libre disponibilidad reducirían el costo de capital del proyecto.

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Consultores privados sostienen que se requiere la implementación de una política industrial que favorezca el desarrollo de la cadena de proveedores local y, con ello, el empleo, sin que implique costos significativos para la producción de hidrocarburos.

Como la demanda interna de petróleo ya está satisfecha, cada barril de producción agregado es un nuevo barril que puede exportarse, generando dólares.

La clave para explotar el potencial de Vaca Muerta es que las condiciones de inversión sean competitivas frente a otros activos en el mundo.

Neuquén -provincia clave para la industria petrolera- es la única que obtiene recursos propios para el 80% de sus ingresos totales y sólo depende en un 20% de la coparticipación. Por cada empleado público hay 2 empleados privados. Cada día se instalan 25 nuevas familias y se necesita más infraestructura para abastecer esa demanda.