La huella desreguladora de presidente Javier Milei busca cancelar las “negociaciones” que existen en sectores que dependen de monopolios otorgados por el gobierno o sectores con importantes barreras a la competencia. En este sentido, el gobierno nacional puso su mirada en el sector transporte y liberalizar tanto los autobuses aéreos como los de larga distancia.
En estos dos pilares tan importantes como son los autobuses y el mercado de la aerolínea comercial se avanzará en eliminación de complicados procesos burocráticos para obtener autorizaciones y presentar múltiples procedimientos que dificultan la competencia.
En el mercado aéreo las principales modificaciones se centran en la eliminación de autorizaciones para otorgar rutas. Esto significa que cualquier aerolínea local podría operar en cualquier ruta sin restricciones. Por otro lado, en el sector del autobús de larga distancia, cualquier empresa que cumpla los requisitos de seguridad y capacidad de transporte podrá establecer servicios en los destinos que considere oportunos.
Cualquier aerolínea puede cubrir cualquier ruta.
Este cambio representa una mayor libertad en los cielos y en las rutas terrestres, pero surge la incertidumbre sobre cómo reaccionará el mercado y si esta nueva dinámica podría conducir a una concentración excesiva en grandes grupos empresariales, así como uno Desconexión con algunos destinos.
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según publico La NaciónEl decreto firmado por el presidente Milei, que ya está vigente, ha generado polémica, especialmente en lo que respecta a en materia de regulaciones laborales. Sin embargo, otras disposiciones han avanzado, con un grupo de abogados, asesores y funcionarios trabajando en las regulaciones necesarias implementar cambios en el mercado de las aerolíneas.
Una de las modificaciones más notables es la eliminación total de las audiencias públicas como requisito para que las compañías aéreas soliciten rutas. Este proceso, considerado por algunos obsoleto, será sustituido por procedimientos digitalizados, facilitando el acceso al mercado a las aerolíneas.
Sin embargo, persisten los debates sobre algunos aspectos, como la exigencia de mantener tripulaciones y aviones argentinos para las aerolíneas que operan vuelos internos. Algunos sectores consideran que esta medida podría suponer una apertura indiscriminada de los cielos argentinos a empresas extranjeras, lo que genera preocupación tanto dentro como fuera de la comisión encargada de la regulación.
En el ámbito de los autobuses de larga distancia, el Gobierno busca eliminar las restricciones actuales y permitir que cualquier empresa registrada pueda operar en cualquier ruta sin necesidad de tramitar permisos adicionales. Esto podría dar lugar a una mayor competencia en algunos destinos, pero también aumenta Desafíos en términos de conectividad y condiciones laborales. equitativo para todos los operadores.
Los autobuses también podrán añadir rutas sin pedir “permiso” al Estado
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